Wednesday, August 20, 2014

Renovación

Renovación

En 1987, cuando el gobierno de Alfonsín comenzaba a languidecer, José Manuel de la Sota, el “Chupete” Manzano y Carlos Grosso lanzaron “la renovación peronista”.
Caras nuevas para refrescar un partido que debía sacudirse a sus impresentables.
Se encolumnaron detrás de Antonio Cafiero, candidato presidencial. Sin embargo la interna, y luego la general, la ganó Carlos Menem asociado a todos los capos del conurbano bonaerense comandados por Eduardo Duhalde, su vicepresidente.
Menem dijo poco después “la renovación soy yo”. Aquellos tres jóvenes dirigentes terminaron siendo funcionarios del menemismo.
Después de la experiencia microcefálica de la Alianza, volvió el peronismo en 2001, ahora para hacer la renovación K, gracias al acuerdo de Néstor Kirchner con Eduardo Duhalde, otra vez.
Del peronismo del “Primer Mundo”, que proclamaba Menem, al “zurdaje”  K, como lo llamó Mirtha Legrand. Por detrás, “Los sospechosos de siempre”.
El peronismo sigue exhibiendo una dudosa virtud: le hace creer a la gente que la necesaria y refrescante alternativa al presente está dentro del mismo partido.
Hay que creerle a Sergio Massa cuando dice que su propuesta es un espacio totalmente nuevo?
Sus antecedentes como Jefe de Gabinete de Kristina son un detalle menor?
Puede el peronismo ganar una elección presidencial sin el apoyo de “los Corleone” del Gran Buenos Aires? Definitivamente, no.
Massa lo sabe. Por eso, terminará aceptando a todo el que quiera saltar el alambrado, incluso los impresentables, gobernadores, sindicalistas, mediáticos.
Es cierto que se presenta como una opción por fuera, pero en realidad, apunta a vaciar el partido tanto como pueda. Tan solo un cambio de camiseta.
Kristina, por su parte, no renuncia a designar a su candidato sucesor y/o ser jefa de la oposición de un eventual gobierno de otro color político.
El peronismo irá dividido a la elección?
Se unirán al final si la realidad los pone frente a una derrota segura en las urnas?
La premisa básica de la construcción del poder es sumar voluntades y encolumnarlas, pero no a cualquier precio. Entre eso y el “rejunte”, la línea es muy fina.
Las opciones renovadoras en el peronismo se agotan en sí mismas, apenas uno ve quienes están detrás de la cara nueva y prometedora.
Algún día aprenderemos que lo barato sale caro, y que un voto vale más que un plan social y un choripán.

Saturday, August 16, 2014

Negros

Negros

Horacio Santos, ingeniero, saltó inesperadamente a la fama en Argentina una mañana de 1990.
Dos jóvenes le robaron el estéreo pasacasete de su cupé Fuego. Los persiguió, los alcanzó, hizo dos disparos. Los mató a los dos.
Todo el mundo debatió entonces “el caso Santos”.  Las populares calcos de “No tengo estéreo” que se ponían en los parabrisas fueron reemplazadas por otra que decía: “Tengo estéreo y soy ingeniero”.
Dos vidas por un estéreo. Una locura.
La semana pasada, en Buenos Aires, un señor mató sin piedad, con un balazo en el ojo, a un niño porque (supuestamente) le había robado la campera a su hijo.
Una vida por una campera. Otra locura.
Antes y ahora, mucha gente (abiertamente o entre dientes) dijo lo  mismo:
“Negros de mierda. Hay que matarlos a todos.”
Expresión racista, intolerante y violenta que debe ser repudiada.
No hay ninguna justificación moral ni social que respalde la justicia por mano propia, la desproporción y el salvajismo de uno y otro lado.
Sin embargo, es fácil encontrar explicaciones.
·  * El hartazgo frente a la inseguridad.
·  * La impotencia ante la pasividad policial.
·  * El contrasentido de vivir enrejados en casa, mientras los delincuentes andan sueltos.
·  * La inequidad de la justicia que solo resguarda los derechos de los delincuentes y no protege a las víctimas.
·  * La utilización política que se hace de esos segmentos sociales.
·  * La inmoralidad de los que usan menores para delinquir, especulando con que no pueden ir presos.
En fin, el estado ausente que ha abandonado su función más elemental: la de brindar seguridad a todos los ciudadanos.
En las sociedades organizadas es el estado el que ejerce el monopolio de la fuerza.
Lo contrario nos lleva a un salvajismo sin límites y disparatado.
Después del gatillo fácil, el exceso en la legítima defensa y la justicia por mano propia, qué viene:
El ataque preventivo?: “Ese tipo de enfrente no me gusta nada. Mejor le pego dos escopetazos en la cara y listo”.
Por las dudas.
Después de todo, la teoría del ataque preventivo la inauguró el impresentable George Bush cuando atacó Irak porque supuestamente tenía armas químicas.
Las armas nunca aparecieron pero él atacó igual.

Por las dudas.

Monday, August 11, 2014

Obamacare

Obamacare

EE.UU. tenía 40 millones de personas sin seguro médico.
Hillary Clinton intentó resolver el problema durante la presidencia de su marido Bill.
La férrea oposición de las compañías de seguros se lo impidió.
Ocho años más tarde, otro demócrata, Barack Obama volvió a la carga.
Presentó un proyecto de 4.000 páginas. Luego de los lobbies en el Congreso, el proyecto llegó a las 11 mil páginas. Un enchastre total. El objetivo era, obviamente, hacerlo fracasar.
Sin embargo, Obama lo logró.
En un país donde los hospitales públicos gratuitos no existen, y extirpar un apéndice puede llegar a los 30 mil dólares y un parto común, casi de pie, vale 15 mil, ofrecer cuidados médicos a precios accesibles para los que tienen bajos ingresos no es poca cosa.
El Obamacare creó un mercado virtual donde se registraron las compañías de seguro médico que quisieran participar ofreciendo servicios de calidad, a un precio menor.
Las ofertas se recibieron a sobre cerrado, como en una licitación, para evitar trampas.
Por otro lado, abrió las inscripciones a los interesados, que tuvieran ingresos anuales que no superaran un techo establecido.
El estado los acepta y establece la cuota mensual que deben pagar. Un matrimonio puede pagar 50 dólares por mes, contra 500 que puede costar un seguro normal.
La pregunta siempre fue: los prestadores van a interesarse en brindar servicios en esas condiciones?
Hasta ahora parece que sí.
Una amiga nuestra muy cercana se sometió a una intervención quirúrgica de mediana complejidad en la Clínica Cleveland, calidad 5 estrellas en todo.
Estudios previos, 4 horas en el quirófano, 3 días de internación, controles post operatorios.
Total facturado SESENTA Y CUATRO MIL DOLARES (Sí. $ 64.000)
Nuestra amiga pagó solo 400 dólares. El saldo  ($ 63.600) se lo facturaron a la compañía de seguros, que a su vez recibe un subsidio parcial del gobierno.
Mi esposa y yo pagamos $ 500 dólares mensuales de seguro médico.
Esa misma intervención, con mi seguro médico, me hubiera costado entre 5 y 8 mil dólares, en concepto de copagos y deducibles.
El Obamacare sufre permanentes críticas de los republicanos porque aumentó el gasto público.
Es cierto, pero son recursos aplicados a mejorar la salud de los habitantes.
No se los escuchó, en cambio, preocuparse por el gasto público cuando el impresentable George Bush inició la guerra contra Irak.
Cuestión de prioridades.
Podría aplicarse en la Argentina un sistema similar que mejore los servicios en los hospitales públicos?
Sí.
Por qué no se hace?


Porque hay que subsidiar el Futbol para Todos.