Friday, May 31, 2013

Kiosqueros

Kiosqueros.
Son los otros grandes responsables del caos republicano de la Argentina de hoy.
Facilitadores voluntarios de un triunfo K con el 54%, que se viene convirtiendo en una dictadura que solo concibe el poder de una forma: todo o nada.
Todos los dirigentes politicos opositores se identifican con las grandes masas populares que salieron a la calle autoconvocadas desde las redes sociales.
El problema es que las grandes masas no se identifican con ellos.
Aunque ellos no lo admitan, la opción de noviembre sigue siendo Cristina o la nada.
Habría que preguntarse si la nada no sería mejor que Cristina.
Por qué no se arma una propuesta integradora que se levante como alternativa al totalitarismo K?
Por dos razones:
Primero: no hay ningún dirigente con auténticas cualidades de líder convocante.
Segundo: los actuales referentes políticos siguen privilegiando el negocio propio, la especulación chiquita, la chicana barata.
Hablan por televisión y dicen ”son más las coincidencias que las diferencias que tenemos”, pero  siguen yendo a las elecciones con fórmula propia, arman listas con los más mediáticos, no con los más capaces, porque antes de trabajar por una auténtica alternativa, prefieren el “sueldo seguro” de la banca que les permita seguir “actuando” como defensores de la gente.
Mentalidad de kiosquero.
Si a todos los une la aversión por la dinastía K, tan difícil no debería ser armar un proyecto alternativo.
Cuáles son las diferencias que los separan?  El número de la cuenta bancaria.
Podrá argumentarse con razón, que ese “rejunte” sería poco serio, de patas cortas y futuro incierto.
Es verdad. Pero por lo menos cumpliría con la consigna histórica de la hora. Marcar el fin de la era K.
Hoy por hoy, la única iniciativa en ese sentido ha surgido dentro del peronismo:  De la Sota (que merece un análisis por separado); Macri (gritando que no lo dejen afuera);  De Narváez, aquel que tenía un plan. (Cuál era el plan?); y Moyano….
La alternativa a Cristina es Moyano?
El último que apague la luz.

Friday, May 24, 2013

Fidel

Fidel
Hace unos 30 años o más, Barbara Walters, la gran figura del periodismo norteamericano logró una entrevista exclusiva con Fidel Castro para la cadena de televisión ABC.
“Si este es un gobierno revolucionario y popular, por qué no le da libertad a su pueblo, comandante?, disparó la periodista.
Fidel hizo una triple vuelta en el aire y cerró diciendo:
“Nuestro concepto de la libertad no es el mismo que tienen Uds.”
Cuál es el concepto de libertad de un gobierno donde todo lo que no está prohibido es obligatorio?
Ciertamente, el gobierno comunista de Cuba no es hoy ni cerca lo que el mismo Fidel imaginó cuando bajó de la Sierra Maestra.
La lucha por el poder para hacer algo, termina siendo una lucha para mantenerse en el poder.
Y cuando el poder los envuelve, pierden el rumbo.
El modelo nacional y popular de Cristina fue fagocitado por la avaricia rapaz e inmoral de quienes convirtieron los medios en un fin en sí mismo.
Para el gobierno, el pueblo hoy se divide en dos grandes grupos:
    Los supuestos beneficiarios del modelo, con un papel reducido a aplaudir lo que el gobierno diga que debe ser aplaudido.
    Los “otros”, que no son adversarios sino “enemigos”. Y como decían los montoneros en los ’70, “al enemigo, ni justicia”.
Entonces vienen el control de cambios, bajo la mirada atenta de la AFIP; el control de precios bajo es escrutinio implacable de la Cámpora; seguirán los controles de movimientos y de pensamientos.
Solo hay que instrumentar los comisarios políticos por manzana, que son alcahuetes con poder.
Mientras tanto, hay que juntar fondos para repartir y ganar las elecciones, porque no se hace clientelismo sin plata.
Como la plata se acabó y a la abuela no le quedaron joyas, porque el menemismo las vendió todas, hay que manotear algo.
El jefe de la Unidad de información Financiera, José Sbatella, dijo esta semana que “los dólares en las cajas de seguridad son desestabilizadores”.
A muchos se les atragantó la medialuna.
Al día siguiente negó que se vayan a tocar las cajas de seguridad.
Qué alivio.
Si el gobierno lo dice, hay que creerle.
Hay que creerle?

Friday, May 17, 2013

Monitos


El autor de esta nota es desconocido. Circula por internet. 
Yo sólo hice la traducción del inglés.
SD
Monitos.
Comience poniendo cinco monos en una jaula grande; cuelgue una banana del techo de la jaula, y coloque una escalera en el medio de la misma.
Espere un tiempo y alguno de los monitos intentará subir por la escalera para agarrar la banana.
Tan pronto como ese monito toque la escalera, rocíe a los otros monos con agua fría.
Después de algún tiempo otros monitos intentarán alcanzar la banana, con idéntico resultado:
Todos los otros monitos son rociados con agua helada.
Prontamente, cuando un monito trate de subir la escalera, los otros monitos tratarán de impedirlo.
Ahora, olvídese del agua helada.
Saque un monito de la jaula y reemplácelo con uno nuevo.
El “nuevito” verá la banana y tratará de subir la escalera.
Para su sorpresa, todos los otros monitos lo derriban y empiezan a golpearlo.
Luego de varios intentos y ataques, el “nuevito” comprende que si trata de subir otra vez, será nuevamente atacado.
Ahora remueva otro de los cinco monos originales y reemplácelo por otro nuevo.
El recién llegado va hacia la escalera y es atacado por los otros.
El anterior “recién legado” también toma parte en el castigo a este nuevito que intentó alcanzar la banana.
Ahora, reemplace el tercer monito original por uno nuevo, y así sucesivamente con el cuarto y el quinto.
Cada vez que un nuevo monito intenta alcanzar la escalera es atacado.
A esta altura, ya ninguno de los nuevos monitos sabe por qué ataca o es atacado si intenta subir la escalera.
Ninguno de estos últimos cinco monos ha sido rociado con agua helada.
Sin embargo, ninguno intenta subir la escalera.
Por qué? Porque en sus mentes, esa es la forma en que siempre se hizo.
Así trabaja el Congreso.
Por eso, de tanto en tanto….
TODOS ESOS MONOS DEBEN SER REEMPLAZADOS AL MISMO TIEMPO.

Sunday, May 12, 2013

Perplejos.


Perplejos.
Cada vez que llego a Córdoba, mis amigos y conocidos hacen la pregunta infaltable:
Cómo encontraste a la Argentina?
“Caótica, salvaje y vandalizada”, contesto.
O sea, como siempre, pero un poco peor.
La gente está más pobre; las mujeres ya no se arreglan para salir a la calle; los carritos del súper ya no se llenan; muchos autos nuevos, pero muchos más viejos y rotos; caras tristes; lamento y preocupación.
Me pregunto cuántos años hace que no veo a alguien silbando por la calle.
Nunca cargo las tintas, porque me doy cuenta de que la gente necesita una fuerte motivación para levantarse cada mañana y salir a dar batalla.
No me engaña el hecho de que un sábado por la noche haya que hacer cola en los restaurantes para cenar.
Esos pequeños espejismos no cambian la realidad.
Neustadt siempre negaba las crisis diciendo que Punta del Este se llenaba en fines de semana largos.
El “modelo de inclusión” del que Cristina se jacta, lo que ha logrado es incluirlos a todos en la desesperanza, la angustia y la apatía.
Las marchas populares fueron válvulas que descomprimieron, porque le permitieron a la gente gritar su bronca. Pero al día siguiente todo siguió igual. Siempre sigue igual.
En este viaje, no obstante, percibí algo nuevo.
De vuelta en Miami, mis amigos me preguntaban cómo está mi país?
Yo les decía que hay una sensación rara. Se llama perplejidad, mezcla de asombro e incredulidad de la gente, que se queda atónita cuando ve que este gobierno no tiene límites; que cualquier disparate es posible; que lo que roban nunca es suficiente.
Todos robaron y siempre salieron impunes, pero los K quieren que el robo sea legal.
Esta ley de blanqueo busca el mismo efecto que la auto amnistía de los militares en el 83.
Habrá jueces que tengan el coraje y la decisión de declararla inconstitucional cuando se vayan los K?
Antes de responder a ese interrogante hay que plantearse otra pregunta:
Argentina tendrá constitución cuando se vayan los K?
Comienzan a resonar en mi mente las últimas palabras de Manuel Belgrano, en su humilde lecho de enfermo:  Ay, Patria mía.