Wednesday, July 8, 2015

Escaleras

Escaleras

La jueza estaba de pie en su estrado cubierta con su túnica negra, como su negro cabello y su negra piel.
Frente a ella, el reo, con su clásico traje naranja, que contrastaba con su negro cabello y su negra piel.
“Lo primero que quiero preguntarle, dijo la jueza, es si Ud. cursó la secundaria en la Escuela Lincoln?”
El reo la reconoció y no salía de su asombro “Oh my God”. “Oh my God”
Habían sido compañeros en la secundaria.
Y allí estaban. Frente a frente. El mismo barrio. El mismo origen.
Ella había llegado a jueza.
Él, acusado de robo a mano armada.
Ocurrió en Naples, en la costa oeste de la Florida, la semana pasada.
Podía justificarse el reo en su origen humilde, en la falta de oportunidades, en la persecución histórica que sufrió su raza?
Es la muletilla preferida de los demagogos, de los populistas.
Intentan justificar a los delincuentes en la exclusión, en la explotación, en las injusticias sociales.
Si fuera así, todos  serían delincuentes.
Es una asociación perversa.
El delito nunca puede justificarse en problemas socio económicos.
Hay millones de humildes honestos.
Es cierto que cuando más abajo se está, más difícil se hace subir.
Más fácil es tomar un arma y salir a robar.
Por qué elegir entonces el camino más arduo?
Porque robar está mal. Así de simple.
El ciudadano debe tener garantías, ciertamente, pero cuando uno se porta mal, la sociedad debe castigarlo.
Es un principio básico de toda organización social.
En México condenaron a 6 años de cárcel a una menor que apuñaló a una amiga.
En Buenos Aires un ciudadano mató a su esposa de tres balazos, pero los jueces consideraron los celos como atenuante, y le dieron prisión domiciliaria.
El delito se condena.
Si queda impune, en cambio, crece la tentación de elegir el camino más fácil.
Total no pasa nada.
El problema se vuelve insoluble cuando los que conducen, en una sociedad organizada, en lugar que proteger el sistema y regular la aplicación de las leyes que garanticen derechos y sancionen el delito convierten al estado en un paraíso de la impunidad.
La Constitución argentina establece la división de poderes.
El Legislativo hace leyes para que el Judicial las aplique mientras controla al Ejecutivo.
Una rueda que gira hacia adelante.
Cuando un poder se mete en el otro, el sistema de Kontrol se convierte es un sistema de Komplicidades que solo garantiza impunidad de los delitos de guante blanco, y de allí hacia abajo.
La rueda que gira hacia atrás.
El vicio se rompe solo cuando los ciudadanos ponen en control de la sociedad organizada a personas dispuestas a enfrentar el delito y los delincuentes.
Recién entonces se podrá exigir a todo el tejido social una actitud similar.

Las escaleras se barren de arriba hacia abajo.

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